Al Lobo le costó y aún así estuvo cerca de los tres puntos.
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| Brandán se queda corto en la carrera, al igual que su equipo en el partido. Foto: Rocío Rojas. |
Gimnasia no logró el debut ideal en la Primera Nacional. A pesar de arrancar ganando y de contar con gran acompañamiento de su público, solo consiguió una igualdad frente a Ferro.
Una versión bien renovada del Lobo jujeño se presentaba en el 23 De Agosto para encarar un nuevo año compitiendo en la segunda división del fútbol argentino. Con la continuación de Darío Franco como entrenador y la presencia en la lista de concentrados de 10 incorporaciones del último mercado de pases, Gimnasia y Esgrima recibió a Ferro Carril Oeste por la fecha 1 de la Zona B.
En el medio de un marco de público mucho mayor a lo habitual, el comienzo de la acción fue muy discreto. Ambos conjuntos se prestaban la pelota sin realizar traslados de profundidad, con el local un poco más adelantado y más punzante en la marca sobre la salida. De este panorama surgieron solo situaciones aisladas, como un tiro libre de Fernando Barrientos que tapó firmemente Marcelo Miño y como una arremetida de Daniel Keko Villalva que Cristian Lucchetti mandó al tiro de esquina.
Sin embargo, a los 31', uno de los aspectos que estaba caracterizando el esquema de Franco terminó generando la ruptura del trámite. Ferro quiso salir jugando desde atrás con la pelota al ras del césped, pero entre Patricio Booolsen y Miño terminaron por complicarse. Apareció Fernando Brandán para interponerse entre el esférico y el arquero, generando el contacto y el penal. El mismo Vikingo se hizo cargo de la ejecución y con un remate fuerte a su derecha logró el eufórico grito de los cuatro lados del estadio. En media hora la ventaja era albiceleste.
Tras la apertura del marcador, el encuentro no varió demasiado en relación de lo que venía siendo. De ese modo, las únicas ocurriencias hasta el descenso fueron un reclamo de Villava por un supesto golpe de Hernán Pellerano en el área y una interrupción breve por la presencias de hinchas en el alambrado de la tribuna Popular Norte.
El complemento mostró apenas iniciado la otra cara de la visita, con un planteo distinto para ir en busca de la igualdad. Los dirigidos por Juan Manuel Sara empezaron a incomodar con entradas rápidas por la izquierda, con activa participación de Nicolás Retamar, quien contó con un tiro con dirección al arco salvado por Lucchetti.
A pesar de ese enérgico arranque, Gimnasia logró aprovechar los espacios dejados por Ferro y emparejar las acciones. Francisco Maidana y Brandán merodeaban constantemente el área verdolaga, logrando este último un tiro certero. Otro que probó de media distancia fue Hugo Soria, poco participativo hasta entonces.
Desafortunadamente para el local, fue Ferro quien en este juego de ida y vuelta terminó siendo beneficiado. El mismísimo Retamar aprovechó una mala cobertura tras un pase largo, ingresando al área. Su remate generó la reacción del Laucha, pero al no poder el arquero evitar los sucesivos rebotes la pelota terminó en los pies del recién ingresado Pablo Palacio, que solo la empujó. El partido volvía a las tablas a los 18' de la segunda parte.
La polémica se instalaría en los minutos sucesivos al empate. En primer lugar, los jugadores de Gimnasia reclamaron una clara mano de un defensor verde en su propia área, ignorando el árbitro Mario Ejarque lo que hubiese significado el segundo penal a favor del cuadro jujeño. Luego, en un intento de contra, el visitante Lucas Faggioli (ingresado segundos antes) dejó muy largo un toque y se tiró para mantener la posición, encontrando ya allí la pierna de Guillermo Cosaro. Ejarque no dudó en sacar la tarjeta roja e incluso, minutos después, expulsó también al entrenador Sara por protestar airosamente que ante un corte similar de Álvaro Cazula el colegiado no había utilizado el mismo criterio.
Superadas las incidencias, Gimnasia salió lógicamente envalentonado a por los tres puntos, tratando de aprovechar el ingreso de los cambios. Quien estuvo muy pero muy cerca fue Gonzalo Rodríguez, que conectó de cabezazo un gran centro y golpeó el palo izquierdo de Miño. Por centímetros el Turbo no aplicaba la ley del ex y le daba el triunfo agónico al Lobo. Ya en tiempo de descuento, se esforzaron Exequiel Beltramone y Juan Tévez para alcanzar el gol, pero los tiros certeros no salían a pesar de que se logró entrar varias veces al área.
Con los jugadores lobos en posición de ataque y con los hinchas enérgicamente expectantes esperando el grito que no llegaría, Ejarque señaló la mitad de la cancha. No hubo arranque soñado para el equipo comandado por Darío Franco, que a pesar de una laboriosa tarea en lo físico y lo actitudinal, no estuvo fino para encontrarse con la victoria.