Otra frustración como local.
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Foto: Rocío Rojas. |
Una nueva igualdad de Gimnasia provocó la salida de Darío Franco. En cuatro fechas del campeonato, el equipo no encuentra funcionamiento y sigue sin poder sumar de a tres.
En su tercera presentación como local en esta edición de la Primera Nacional, el cuadro albiceleste salía obligado a quedarse con la victoria frente a Brown de Adrogué para no quedar en una situación comprometida. Así lo sabían futbolistas y cuerpo técnico, acoplados en una nueva disposición sin Francisco Maidana de arranque, la sorpresa de la semana.
El comienzo parecería ideal, con un equipo bien prestado al ataque. Solo pasaron 4' cuando Juan Tévez bajó una pelota en el área y casi sin querer la dejó acomodada para el remate de Leandro González. El tiro del experimentado delantero terminó rebotando en el capitán visitante Luis Jerez Silva, descolocando así el volante a su arquero, el ex Gimnasia, Horacio Ramírez. 1-0 tempranero y parecía todo encaminado.
Sin embargo, con todo dado a su favor, Gimnasia no logró plantearse totalmente con el dominio en el campo de juego. Eso le permitió a Brown no sufrir el golpe del gol en contra y, en la primera que tuvo, encontrar un regalo defensivo por parte del Lobo. Fue a los 17' cuando en una maniobra inentendible Fernando Barrientos se arrinconó contra su esquina y le pasó la pelota a Cristian Lucchetti. El arquero de 44 años la adelantó por demás dejándola en bandeja para la definición de Iván Sandoval. Un nuevo horror defensivo, algo característico del ciclo de Darío Franco, ponía en tablas nuevamente el marcador.
Durante lo que quedó de juego en el primer tiempo pocas emociones se produjeron. Lucchetti pudo haberse redimido, pero las atajadas que tuvo fueron anuladas por fuera de juego. Además, el árbitro Carlos Córdoba ignoró una agarrón sobre Tévez dentro del área.
Para la segunda mitad, el entrenador local apostó por Exequiel Beltramone, quien le trajo algo de frescura al ataque jujeño por medio de sus gambetas. Aun así, el efecto no fue suficiente como para que se crearan conexiones interesantes que generen algo de peligro. Eso sumado a la cantidad inverosímil de tiempo que realizaba Brown, hacían del partido un verdadero desastre. Lo único con lo que el Lobo pudo inquietar fue con disparos poco peligrosos de Hugo Soria, González y el mismísimo Beltramone.
Quedará corto este relato, pero no hubo otras acciones válidas de ser mencionadas. Gimnasia se retiró del campo de juego con un empate que provocó el clima de una derrota. Esto se trasladó a la conferencia de prensa, donde Darío Franco recalcó su compromiso de seguir solo para que minutos después los dirigentes, en las mismas sillas, confirmen su despido.