Duro traspié de visitante
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Foto: Prensa Deportivo Madryn. |
En un partido al que nunca le encontró la vuelta,
Gimnasia cayó por 3-1 ante Deportivo Madryn y
concretó la primera derrota en el ciclo Mario Gómez.
El Lobo
llegó al sur del país con la mente puesta en seguir ganando terreno en la tabla de
posiciones, como bien lo venía haciendo en las presentaciones anteriores. En un
partido “ganable” desde el vamos, terminó por sufrir un revés que lo pone de nuevo
con los pies en la tierra.
El encuentro arrancó con un local agresivo, decidido a mostrar iniciativa con la llegada de Andrés Yllana como nuevo entrenador. Ya al minuto de juego, Lucas Necul ponía en alerta a Cristian Lucchetti con un tiro desviado.
Poco después, en un córner que jugaron corto, el partido se abrió en una jugada que encontró dormidos a los defensas albicelestes, cuando la pelota se coló en la red luego de que Lucas González, 9 local, fusilara al Laucha. 4' habían pasado para que Gimnasia esté en desventaja.
Sin embargo, pese a que la visita ya desde el comienzo no se amigaba con la pelota, llegó el empate a solo minutos. Libre y sin marca, Juan Manuel Tévez halló una bocha que llegó desde la derecha y con un cabezazo cruzado dejó sin posibilidades a Nicolás Temperini. El juego apenas corría 10' y ya ambos 9 habían celebrado.
Sin dudas, el
comienzo había sido prometedor y, tristemente, fue todo lo contrario en lo que quedó de la primera etapa. No hubo pases en el medio ni asociaciones interesantes arriba en
ninguno de los dos conjuntos y la acción se hizo muy difícil de ver por
momentos. El Lobo no supo aprovechar
el minúsculo levante anímico por la igualdad y más bien se acható; los locales,
mientras tanto, abusaron de los pelotazos y tampoco llevaron peligro al área
contraria. Sin un claro dominador, el encuentro se fue al descanso.
El segundo tiempo dio comienzo con un escenario adverso para el cuadro jujeño. Sebastián Hernández cometió una falta infantil e innecesaria dentro del área contra Necul y el árbitro señaló la pena máxima. González cambió el penal por gol y, nuevamente con poco, Madryn se ponía arriba.
Los minutos pasaban y el Lobo parecía no poder reponerse ante el nuevo mazazo que, al igual que el primero, había ocurrido prácticamente desde el vestuario. Hernández a los 19' remató una pelota que Temperini atenazó muy bien, mientras que Guillermo Cosaro casi le regala el tercer grito a González en una mala entrega atrás para que el delantero la mandara milagrosamente afuera. Como de costumbre, la defensa pecaba en desatenciones.
A los 25' se desplomó la ilusión de empate: Lucas Pruzzo dentro del área puso el 3-1 tras un tiro de esquina y Gimnasia, que ya venía sin juego y sin ideas, se terminó de desmoralizar completamente. El partido incluso pudo haber terminado con un resultado más abultado sino fuera por las buenas intervenciones de Lucchetti y la mala puntería de los atacantes rivales.
Así, la visita veía como se acercaba la derrota al nunca poder encontrar los caminos y el Aurinegro, inteligentemente, cerró el partido. Finalmente, Julio Barraza señaló la mitad del campo. El equipo de Mario Gómez se mostró deslucido y sin la determinación que había presumido partidos atrás. Necesitará de una fuerte autocrítica para recibir la próxima fecha a Villa Dálmine, con la convicción de que esto sigue.