El Lobo volvió a decepcionar.
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Foto: Rocío Rojas. |
Noche de fútbol en el 23 De Agosto en la espera de lo rutinario, que el Lobo haga de su estadio una fortaleza como es característico. En esta jornada 10 de la Primera Nacional, el equipo de Mario Gómez, que venía de sufrir un duro golpe la semana pasada (un partido casi ganado se convirtió en derrrota), llegaba a su casa con la obligación de levantarse, corregirse y reponerse, para no perder pisada en un certamen que no da descanso. Al frente un rival de similar campaña, Independiente Rivadavia de Mendoza, por lo que estirar ventajas era clave.
El duelo se mostró lógico desde un comienzo, parejo pero con el local intentando más cerca del arco rival. Fernando Brandán, como siempre, era el más inquieto de los de celeste y blanco en la zona ofensiva. Sin embargo, pasaban los minutos y la claridad no llegaba, acelerando en cambio Independiente sus intenciones sobre el área jujeña.
Entonces llegó el ex Gimnasia, Matías Reali, quien fue cedido a la institución cuyana para esta temporada a pesar de haber resaltado en la campaña anterior con nuestra camiseta. Pareció poético entonces, que fuera el quien encarara por la derecha para superar a Guillermo Cosaro, su ex compañero, quien lo terminó forcejeando para que Gastón Monzón cobre un obvio penal. Alex Arce, el 9, encargado de la ejecución y la definición a los 32'.
Con amagues de reacción, el Lobo quiso pero no pudo ensayar una recuperación rápida. Por el contrario, los errores defensivos se acentuaron y en una recuperación por la izquierda Arce mandó un centro bajo que impactó en Álvaro Cazula. El rebote se coló en el palo de Cristian Lucchetti a los 39'. 0-2 y todo era cuesta arriba antes del entretiempo. Para colmo de males, Juan Tévez mostró que sigue enemistado con los arcos del 23, en una jugada en que se la bajaron, se acomodó de manual, pero su tiro se fue elevado.
No hubo lavado de cabeza en el descanso, algo necesario si se quería soñar con una remontada, mostrándose incapaces los tiros desde afuera y los cabezazos de dar vuelta la historia. Del otro lado, paciencia y un Reali que volvía a refregar sus desbordes ante los ojos del público albiceleste. Así, a los 29', el habilidoso remató, Lucchetti dio rebote y apareció otra vez Arce para la goleada parcial que aseguró los tres puntos para la Lepra.
El tiempo de descuento sirvió para que tanto centro a la cabeza tenga su recompensa, además de evitar la humillación que genera una diferencia de 3. A los 47', tras centro pinchado de Leandro González, Sebastián Hernández marcó el 1-3.
Tras aquello llegó el fin y un halo de dudas nubló el panorama de Gimnasia. El prometedor arranque del cuarto ciclo de Gómez volvió a forja cero, por medio 3 triunfos y 3 derrotas que se neutralizan. Será cuestión de iniciar de nuevo en Chaco, ya fuera de la zona de reducido y a la espera de la reacción del entrenador.