Un Lobo bien armado se trajo una alegría.
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Foto: Prensa Atlanta. |
Nuevo viaje para los dirigidos por Mario Gómez, nuevamente bajo la lupa las presentaciones como visitante. Ante Atlanta, un rival de campaña irregular, estaba la chance de volver al triunfo lejos de Jujuy, tras cuatro partidos sin poder hacerlo en esa condición.
Arrancó Gimnasia presionando bien arriba, asfixiando al local, que en los primeros minutos apenas pudo cruzar el mediocampo. Corrió el reloj y esta ímpetu comenzó a disminuir, lo que le permitió a Atlanta amagar con algunos intentos. Mauro Bogado tuvo un débil tiro libre, mientras que a los 20' fue anulado un gol de Franco Camargo por una mano antes de la definición.
De todas maneras la mejoría del local no sirvió para que se active el partido, ante un Gimnasia que solo generaba chispazos en los pies de Fernando Brandán. Ambos merodeaban las áreas pero sin concretar, lo que se demostró en la gran cantidad de tiros de esquina que hubo.
Parecía que se iban a los vestuarios en tablas, hasta que Gimnasia apretó el acelerador. Juan Tévez lo tuvo de cabeza, forzando una buena respuesta de Nicolás Sumavil. Instantes después, ejecutó un córner Emiliano Endrizzi y la pelota le quedó en el medio del área a Brandán, quien de zurda definió y señaló el 1-0 a los 42' (ayudado un poco por un rebote en un defensor).
El local lógicamente salió adelantado en la segunda mitad, más no encontró forma de generar riesgo en campo jujeño. En este estado de estancamiento le quedó recurrir a centros, logrando a los 10' una pelota escurridiza que no pudieron empujar y que Gimnasia apenas pudo despejar. Poco después, llegó la respuesta con un desborde de Tévez que pudo generar un penal, pero Jorge Broggi no vio la mano de Fernando González en la cobertura.
De a poco Gimnasia fue justificando la victoria parcial con un buen planteo defensivo y salidas rápidas a las que solo le faltaban precisión, esto también propiciado por un Atlanta parado muy arriba. En una de esas lo tuvo Lucas Chiozza por la derecha, más su disparo raso se fue desviado.
Un minuto después, a los 28', el volante se redimiría con una asistencia. Luego de una jugada de carambola en el área visitante, misma que no terminó en gol de milagro, surgió un contraataque. Recibió Chiozza en un dos contra uno, habilitando a Abel Argañaraz, que se abrió y definió de zurda, terminando la pelota de entrar gracias a un rebote en Nicolás Mosca. Al igual que contra Estudiantes de Caseros, el tucumano entró desde el banco para ser contundente. 2-0 y el asunto parecía liquidado, pues la respuesta del Bohemio en los minutos siguientes fue inexistente.
Sin embargo, a los 38', un centro que parecía controlado terminó por sobrar a Julio Chiarini, quedándole la pelota para definir al recién ingresado Eugenio Olivera. Ante el empuje de su gente, Atlanta estuvo muy cerca de causarle otro gran disgusto a Gimnasia, ya que a los 40' Valentín Gelos estrelló un cabezazo contra el travesaño. Por suerte para el conjunto albiceleste, ese fue el último susto, e incluso Argañaraz pudo marcar el tercero con un cabazazo salvado en gran atajada por Sumavil.
Finalizaron las acciones y la ilusión del Lobo contrastó con la decepción porteña. Con estos tres puntos quedó en zona de reducido, acercándose cada vez más al lote de arriba y alejándose de los irregulares. Bajo esta perspectiva positiva, el próximo duelo en Jujuy ante Racing (último antes de una serie de tres juegos seguidos de visitante) genera expectativas optimistas.