1 jul 2023

TODAS LAS LUCES ROJAS

Panorama complicado para Gómez.
Foto: Rocío Rojas.
Esta vez en su propia casa, Gimnasia sumó una nueva derrota. Floja respuesta de los jugadores en todas las líneas para no ganarlo y una desatención fatal en el final para perderlo.

Un mes fatal que se cargaba sobre la espalda en el retorno a Jujuy, con la esperanza de que la localía revierta la imagen dejada tras tres derrotas conseguidas en Buenos Aires. Varios cambios proyectados en el esquema para enfrentar a Quilmes, de buen andar en la Primera Nacional.

La primera mitad, sin embargo, no hizo notar variaciones profundas. En un espectáculo tedioso, Gimnasia proponía levemente más que su rival, generalmente por medio de Fernando Brandán, pero ni siquiera le alcanzaba para generar alguna situación destacable. Lo del rival era incluso peor, aunque por lo menos logró una pelota con dirección al arco en un tiro libre de Carlo Lattanzio, despejando Julio Chiarini. Sobre el final, Brandán logró al fin mover a Milton Álvarez con un tiro bajo esquinado.

En el complemento se podría argumentar que se notó cierta superioridad local, basada en jugadas aisladas que tuvieron como protagonista a Gonzalo Rodríguez. Primero desvió un remate dentro del área, más tarde tuvo la más certera, con una corrida y consiguiente disparo que fue atajado por Álvarez. Brandán también volvió a probar, en buena posición, pero no la pudo terminar de acomodar bien y el fuerte remate se fue por arriba. Por último, Abel Argañaraz logró un buen salto para cabecear, sin lograr potencia como para meterla.

Con sus improlijas oportunidades frustadas, parecía que al Lobo solo le alcanzaba para un amargo empate 0-0. Ahí apareció una cruel jugarreta del destino, un indicador de que realmente todas las luces rojas están encendidas. En la última jugada, a los 48', Quilmes generó su única chance en el complemento e instaló la bronca en todo el 23 De Agosto. Fue Julián Bonetto por derecha, tiró un centro flotado y apareció Tomás Sandoval, escapando de la marca de Hernán Pellerano y descolocando totalmente a Chiarini, para con un cabezazo cruzado poner el 1-0 en favor de la visita.

El mal clima se hizo presente en todas las tribunas, todo un contraste con el anterior partido de local ante Racing de Córdoba, que había sido una fiesta de ilusión conjunta tras tres victorias seguidas. Ahora, con la cuarta derrota al hilo, los gritos en la noche apuntaban a Mario Gómez y a los jugadores. Por ahora, el entrenador sigue, siendo toda una incógnita de que depende su ratificación. El próximo sábado se vuelve a salir de Jujuy para visitar Adrogué. ¿Qué le deparará a Mario?