El Lobo se regaló un triunfazo.
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| Foto: Prensa GyE. |
Los conducidos por Marcelo Vázquez regresaban a casa golpeados por la derrota ante Villa Dálmine, en lo que había sido una lamentable presentación ante el último de la tabla de posiciones de la Zona B. El fixture fue curioso y ofreció una rara forma de revancha, ya que el rival de la tarde de ayer fue Deportivo Maipú, uno de los animadores de la Primera Nacional, que había arrancado la fecha 26 como puntero y que debía ganar para regresar a dicha condición. Todo un desafío para el local, cuya única aspiración en su estadio es sumar de a tres como sea, ya que se vienen las semanas finales del certamen y la zona de clasificación sigue lejana.
Con buena fortuna arrancó el juego para Gimnasia. Bastó con generar un tiro de esquina para dar comienzo a las emociones, ya que tras este llegó un cabezazo de Álvaro Cazula con dirección al arco, apareciendo el brazo de Luciano Herrera para cortar la trayectoria. Fabricio Llobet no dudó y nadie de la visita amagó con protestar, claro penal. Iván Ortigoza, la flamante incorporación del Lobo tras su paso por Belgrano, decidió hacerse cargo para arrancar su segundo ciclo de la mejor manera. Pícaro, ejecutó picándola, llegando Juan Pablo Cozzani a manotearla, pero solo para terminar de empujarla contra la red. 3' y arriba 1-0.
Inicialmente la visita se mostró desconcertada y casi se come el segundo, en una recuperación donde Juan Tévez perdió un mano a mano con Cozzani. Tras corregir esas desatenciones, Deportivo mejoró y demostró durante algunos pasajes porque está peleando la punta. Sin embargo, más allá de esos momentos, el encuentro era aburrido y brusco. Recién a los 42' Maipú llegó con peligro concreto, encontrando Fausto Montero un hueco para rematar, conteniendo Alan Sosa.
Si en la primera mitad ya había dejado algunos espacios, para el complemento el equipo de Luis García pareció salir desmantelado defensivamente. Ya sea por falencias de su rival o por virtudes propias (corridas de Lucas Chiozza o aguantes de Tévez), Gimnasia dominó mediante contras rápidas durante casi media hora. Chiozza tuvo un remate que se fue muy cerca, mientras que Nicolás Miracco tuvo tres clarísimas en las que Cozzani le ahogó el gol.
Parecía que el golero mendocino se erigiría como la figura del partido, salvando a su equipo de la goleada. Ahí fue cuando la delantera del Botellero se acordó de jugar, creando chances en los últimos quince minutos y elevando al otro arquero, Sosa. Primero lo tuvo Herrera, cabezazo débil a las manos, y segundo Ezequiel Almirón, cabezazo potente pero elevado. Luego llegaron las atajadas, con Sosa conteniendo un tiro rasante cruzado de Santiago González a los 37' y una mediavuelta de Herrera a los 44'.
El aguante fue sufrido y suficiente, sumando así Gimnasia tres puntos claves, para alejarse de la zona de abajo y para mantener las expectativas vivas, quedando a 6 puntos de los puestos de reducido. No será fácíl, a la falta de 8 fechas con 24 puntos en juego, pero es a lo que puede aferrarse Gimnasia en este convulsionado certamen. Por lo pronto, tendrá un difícil duelo ante Independiente Rivadavia, otro de los animadores, en Mendoza el próximo sábado.