13 oct 2024

ARRIBA LA ILUSIÓN

Triunfo para quedar al borde de la clasificación.
Foto: TyC Sports.
En un duelo atípico, Gimnasia fue oportuno y se quedó con los tres puntos en Buenos Aires. Dematei fue el hombre clave para seguir de lleno en la pelea.

Había sido un golpe duro el partido ante Quilmes, por lo que significó en la tabla y por perder en condición de local. Por ello se llegó a Remedios De Escalada con la mente en un partido de doble filo: Talleres, peleando el descenso, necesitaba ganar pero también arriesgar. La oportunidad para lograr puntos de oro, ya sea empatando o ganando, estaba servida para el equipo de Matías Módolo, en busca de no complicar su cupo en el Reducido en la apretada Zona A.

El encuentro arrancó muy disputado, con trato impreciso de la redonda durante los primeros 15' de juego. De esa manera, el renovado mediocampo albiceleste, con Francisco Maidana y Rodrigo Montes no se mostró preciso, mientras que el local intentaba sin frutos ser más directo. En este tramo, solo un tiro de Tomás Asprea fue digno de destacar.

Recién pasada la media hora Talleres, impulsado por su gente, se acercó más peligrosamente al área de Gimnasia. A los 32' una intervención milagrosa de Guillermo Cosaro salvó la caída de su arco en una jugada de carambola, mientras que en las jugadas subsiguientes Nicolás Molina intentó un cabezazo desviado por poco y una mediavuelta donde remató muy alto.

La respuesta visitante no existió sin hablamos de chances de gol claras, ya que se fue al entretiempo sin ninguna en su haber. Francisco Molina hacía lo que podía, pero aún así no se veía incomodo al elenco jujeño con el planteo. Lo último algo relevante antes de ir a los vestuarios fue un tiro muy desviado de Jeremías Denis para Talleres.

La reanudación de las acciones en el complemento no fue muy distinta al comienzo de la primera mitad. Así, Gimnasia se refugió más sólidamente que en el tramo de juego anterior y anuló cualquier intentona del local. Sobre los 7' llegó la polémica, cuando Nicolás Dematei en pleno forcejeo mutuo le sacó la remera a Nicolás Monserrat en el área albiceleste, con Lucas Cavallero no considerando que haya habido infracción.

Más allá de eso. parecía que a los de Mario Gómez se le habían acabado las ideas en el primer periodo. Asprea volvió a intentar desde afuera, con respuesta de Joaquín Bigo, pero no se notaba en el planteo del Albirrojo una real urgencia por abrir el marcador. De a poco Gimnasia se paró un poco más adelante y, sin generar gran peligro, se animó a quizás buscar un poco más. Prueba de ello fueron las subidas de Cosaro y Dematei a zona de ataque, destacando la de este último para conseguir un corner.

El punto de inflexión llegó con la única jugada clara para el Lobo en todo el partido. Tiro libre sobre la derecha en tres cuartos de cancha, ejecutó Molina y Dematei se elevó en carrera para impulsar la pelota contra la red cuando iban 21'. Justamente el Vikingo, protagonista de la polémica más temprana y, si hubiera VAR, en posible milimétrica posición adelantada.

Parece que a Módolo le hablaron del Gimnasia de su colega rival, Gómez, puesto que después del gol el planteo se retrotrajo contra su propia área y el Lobo no volvió a tener oportunidades de anotar. Fuera de bromas, esto también por la urgencia del rival, ahora abajo y con el reloj en contra. De ese modo, su respuesta inmediata fue a los 24' con un disparo de Alejandro Benítez, contenido por Bigo, y a los 29', con un cabezazo de Luciano Sánchez, quien entró sin marca por la derecha, que pegó en el lado externo de la red.

Sin embargo, superada la media hora, el colectivo albiceleste surgió mucho mejor efecto y la peligrosidad del local se vio disminuida. Recién a los 41' Matías Donato generó la última gran postal del encuentro, con un cabezazo que Bigo sacó magistralmente estirándose sobre su lado inferior izquierdo. Poco más quedó para resaltar, se terminó el asunto, con Gimnasia celebrando su ascenso (parcial, pues queda media fecha por jugarse) al tercer puesto y Talleres retirándose silbado, muy comprometido con el descenso.

Con 54 unidades, se alivia un poco el panorama del Lobo, que deberá esperar a que termina la jornada 36 para ver su situación. El próximo partido, de local ante un rival directo como Estudiantes de Caseros, determinará si en la última fecha, ante Chacarita, todavía habrá que jugarse la clasifiación o podremos concentrarnos en asegurar la localía.