28 abr 2025

CONTRA SALTA SE AGIGANTA

Para seguir arriba.
Foto: Gastón Contreras.
Gimnasia golpeó primero y último para lograr el triunfo en un duelo muy picante. La superioridad numérica y López como héroe inesperado, las claves de la victoria jujeña.

Un partido como mucha expectativa era ante Central Norte, luego de décadas sin verse las caras oficialmente, con declaraciones cruzadas y un escalado revuelo en redes sociales. En lo deportivo, realidades muy distintas, con los de Matías Módolo siendo protagonistas en lo alto de la Zona B y el Cuervo apenas un poco arriba de la zona de descenso. 

Los primeros segundos vieron que Gimnasia se paró con intención de ir a por todo, algo que tardó nada en reafirmar cuando consiguió la ventaja a los 2'. Francisco Molina desbordó por la izquierda, dejando atrás a Santiago Rinaudo, para luego centrar raso al área chica. No fue ningún jugador jujeño el que mandó la pelota a la red, marcando el primer gol oficial a Central en 32 años, sino un futbolista propio del Cuervo, el 10 Tiago Banega.

En lo que todavía eran los primeros minutos, el juego fue pausado, al ritmo visitante ante un conjunto local que se mostraba totalmente descolocado. La intrascendencia se hizo presente durante un buen rato, pues la visita se sintió cómodo con la sorpresiva ventaja, mientras que Central no encontraba ningún camino para llegar al arco de Milton Álvarez.

Esto cambió con otro gol sorpresivo, que significó agua en el desierto para los dirigidos por Víctor Riggio. Fue a los 23', cuando tras un despeje la pelota le quedó por el sector derecho a Luciano Ferreyra. El habilidoso jugador chaqueño remató ondulado y el esférico fue a parar al lado del palo izquierdo de Milton, quien por la virtud direccional del disparo ni siquiera llegó a tirarse.

Con el empate uno esperaría otra actitud de Central, pero en realidad Gimnasia fue el que volvió a adelantarse en búsqueda del segundo. A los 32', Guillermo Cosaro protestó el primero de los varios penales que reclamaría, por un agarrón bastante claro y con la pelota en disputa por parte de Matías Sánchez. Luego Hugo Soria probó desde afuera a los 35', con tiro potente, bajo y al medio, desviado al tiro de esquina. Finalmente, Molina a los 37', ingresaba al área con el arquero saliendo a tapar, más no llegó a rematar a pesar de tener el arco descubierto. El Lobo, a pesar de haber perdido la ventaja, se iba a los vestuarios con mejores sensaciones.

En el complemento hubo una extensión del momentum, con la visita mejor posicionada. A los 8' llegó la primera clara, de lateral a lateral, cuando Bruno Palazzo dio un gran centro a Emiliano Endrizzi, quien con su pierna mala casi la clava, respondiendo muy bien Alan González en el arco. Central respondió con Germán Lesman, quien con un potente remate encontró a Álvarez bien ubicado.

Sin embargo, el punto de inflexión fue a los 15'. Rodrigo Velázquez, recién ingresado, quiso encarar a Sánchez y este último lo cortó abruptamente arriba y sin pelota. Nahuel Viñas consideró, quizás muy draconianamente, que era roja directa, aunque con una amarilla el lateral salteño también se habría dirigido al túnel, pues ya estaba amonestado.

Esto parecía ser el último eslabón para dirigir a los de Módolo a la victoria. En contraste, por un buen rato Gimnasia no supo aprovechar la mayor cantidad de hombres en cancha. Recién a los 30' iba a comenzar a acorralar a su rival, con una gran jugada de Cristian Menéndez a la cabeza de Alejandro Quintana, quien no pudo definir al arco.

Los minutos pasaban y pasaban, todo parecía conducir al empate. De hecho, hasta hubo un susto cuando Emiliano Blanco en una individual remató desde afuera y la pelota pasó cercana al travesaño visitante. Sin embargo, la última palabra la iba a tener el Lobo. Un remate de Joaquín Trasante fue desviado por Regules al tiro de esquina. El Flecha Velázquez ejecutó, cabeceó Menéndez y la pelota fue contenida parcialmente por González. Con la tensión al máximo, en su intento por retener, el golero la terminó soltando y hubo un rebote en su rodilla. Ahí, en el momento justo, apareció Diego López, en su regreso tras lesión, para empujarla y a los 49' decretar el triunfo jujeño.

Deshago impresionante del plantel, puesto que no hubo tiempo para más. La celebración era una escena totalmente ajena al griterío de la hinchada local, disgustada con propios y ajenos. Otra vez Gimnasia se plantó como el depredador de la vecina provincia, y en un contexto que lo deja muy bien parado. Dos fechas seguidas como local son lo que siguen: contra el líder, Gimnasia de Mendoza, primero y contra Nueva Chicago después. ¿El objetivo? Llegar a la punta.