Por ir a buscarlo.
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| Foto: Prensa GyE. |
Mediatarde lluviosa en Buenos Aires para el regreso a la acción de Gimnasia y Esgrima en la Primera Nacional, en lo que sería su segunda presentación seguida como visitante. El líder de la Zona B visitaba a Defensores De Belgrano, en busca de un resultado positivo que le permitiese seguir en lo más alto.
Lo cierto es que el clima pareció contagiar el ritmo del partido. El primer tiempo fue prácticamente nada. Ninguna situación clara, ningún equipo que se impusiera sobre otro. De vez en cuando alguno tomaba más iniciativa que el otro, pero poco más. Como viene siendo usual, los responsables de estos lapsos de lucidez en Gimnasia eran Francisco Molina y Santiago Camacho.
Dentro de lo rescatable, un robo de Ezequiel Aguirre a Nicolás Dematei para luego desperdiciar el pase atrás a los 26'. Cerca de la hora de irse a los vestuarios, llegó una pelota al área de Defensores, la rozó Bruno Palazzo y Alejandro Quintana estuvo a nada de dar mediavuelta y rematar. A las duchas a esperar un reinicio más entretenido.
Matías Módolo apostó por el ingreso de Fernando Duré en el mediocampo, en pos de reemplazar el eje central que circulación que significaba Francisco Maidana. Más allá de esto, en este inicio del complemento hubo más riesgo que en toda la primera mitad. El Topo Aguirre intentó una entradera al minuto, con destino frustrado. Del otro lado, a Camacho le quedó para un disparo de buena dirección pero llegó justo con su cabeza Agustín Massaccesi para desviar.
El juego era mucho más atractivo, con ambos conjuntos yendo al frente. Módolo dio otro indicio de esto mandando tempranamente a los dos delanteros que llegaron como refuerzos en el todavía abierto mercado de pases: Maximiliano Casa y Gustavo Fernández. A los 17', el goleador Cristian Menéndez tuvo la más clara. Quedó dentro del área chica, pero llegando casi al mismo tiempo que el arquero Alejandro Medina, quien se hizo gigante y evitó la apertura del marcador.
El buen control de Camacho por la derecha y de Emiliano Endrizzi habián hecho crecer el juego colectivo de Gimnasia, quien parecía estar mereciendo más. Sin embargo, Defensores sabía que también podía ganarlo y logró, por fin, esforzar a Milton Álvarez con algunos disparos tenues, como un cabezazo de Gonzalo Gamarra y un remate de Francisco Tcherkaski.
Desgastados ambos, los instantes finales fueron un ida y vuelta raro, porque los espacios estaban, pero parecía que no daban las piernas (Módolo hizo tres de los cinco cambios permitidos e, increíblemente, Carlos Mayor solo uno). Aun así, Emiliano Vecchio pudo concretar, de no ser por un desvío de Palazzo que puso la pelota en manos de Milton. Del otro lado también iba a haber una intervención defensiva, totalmente perjudicial para el Dragón.
Ya pasaban los 45' cuando Endrizzi centró al área y el árbitro, Franco Acita, vio claro como Massacceci revoleaba a Quintana, evitando el cabezazo. Penal y amonestación para el central, quien venía siendo de los mejores del encuentro. El designado Camacho se hizo cargo de la ejecución, que entre los usuales preparativos se realizó a los 47', centrado y fuerte para dejar pagando a Medina y poner el resultado final.
Un guiño mezcla entre suerte, la de que el juez esté en humor para cobrar estos penales reglametandos pero a veces no dados, y de mérito de Quintana que se la pasa combatiendo entre centrales todas las fechas. En un nivel superior, una mezcla entre suerte de que estos partidos chivos se decanten por nuestro lado, y de mérito por ir a buscarlo en cualquier cancha. Gimnasia, puntero otra fecha más.