En discreta actuación.
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Foto: Gastón y René Contreras. |
La previa apuntaba a este encuentro como un partido determinante, como esos que le gustan últimamente a Gimnasia, recodando lo que fueron los duelos ante Gimnasia de Mendoza y Chacarita. Esta vez llegaba Deportivo Morón, que, al igual que su rival, carga un largo invicto en la Primera Nacional 2025 y buscaba achicar la distancia con el líder.
Para esta presentación, dos bajas sensibles dificultaron el planteo habitual de Matías Módolo. Santiago Camacho purgaba su quinta amonestación, mientras que, aunque se lo espero hasta último momento, Francisco Molina tampoco pudo ser de la partida por molestias que venía arrastrando en la semana. Fernando Duré y Maximiliano Casa, los nombres para intentar suplir estas fallas, sumándose a los regresos de dos piezas claves como Nicolás Dematei y Alejandro Quintana.
Fueron auspiciosos las primeras acciones de Gimnasia en la soleada tarde invernal. Hubo buenas conexiones desde el comienzo, facilitando el primer tiro al arco de Cristian Menéndez antes del minuto de juego. Del otro lado, Morón se mostraba retraído y a la espera de lo que pueda ofrecer el local para romper sus lineas.
Sin embargo, con el correr del reloj estas buenas intenciones fueron perdiendo profundidad. Duré y Casa no terminaban por tener la llegada y creatividad de los jugadores a los que reemplazaban. Así, en medio de un juego brusco, el Lobo no podía llegar con peligro a los metros finales. Duré intentó de tiro libre a los 17', encontrando bien posicionado a Julio Salvá, mientras que Hugo Soria metió un remate desde bien lejos para que el arquero también tenga respuesta a los 28'. Pero, era solo eso, rodear el área rival sin poder ingresar.
Recién sobre los minutos finales, quizás a vistas de la frustración jujeña al no poder entrarle, la visita empezó a probar. Fabricio Sanguinetti de cabeza, bien parado Milton Álvarez a los 38', e Ivo Constantino con un tiro débil a los 40', fácil para el golero. De mayor a menor, se iba la escuadra albiceleste al descanso.
Con la excepción de un centro de Juan Manuel Cabrera que casi se complica apenas reanudadas las acciones, el inicio de la segunda mitad fue una continuación de lo que venía pasando antes del entretiempo. Recién con los cambios ejecutados por el DT rival, Walter Otta, el trámite sufrió algún ajuste. Los relevos iban a darle al Gallito la frescura que el Lobo no encontró en su banco.
A los 15' uno de los ingresados de Morón, Jonathan Berón, probó desde afuera, mientras que a los 22', al igual que en la jugada de Cabrera, un centro de Matías Noble pudo haberse colado en el arco de Salvá. Lo más cerca que estuvo Gimnasia del triunfo fue a los 24', cuando Rodrigo Velázquez y Dematei se molestaron entre ellos cuando alguno pudo haber definido en una jugada de tiro de esquina. Berón, por su parte, casi se erige como héroe cuando en su tiro libre la pelota pegó en el palo a los 28'.
Para el último tramo, Morón parecía conforme con el punto y Gimnasia, también... Si bien con la obligación de ganar en casa los de Módolo se apuraron (con este partido, van tres empates seguidos en condición de local), en el juego realmente no había nada más para hacer, más allá de un torpe intento de Dematei por fabricar un penal, lo que le costó una amonestación.
Fue un cero a cero que plasmó bien lo visto en la cancha. Dos equipos competitivos que se respetaron en demasía y no pudieron romper sus respectivos cercos. La unidad le permite a Gimnasia, sin embargo, algo clave: incluso con su partido pendiente, Morón no podrá alcanzarlo, quedando solo como escolta potencial Gimnasia de Mendoza, justamente el rival del Gallo en esa fecha a disputar. Sin esa consideración, el Lobo seguirá en la punta por lo menos dos semanas más.