13 jul 2025

NI BLANCO NI NEGRO... CELESTE

El Lobo extendió su invicto.
Foto: Prensa GyE.
Gimnasia logró el punto más ambivalente en lo que va del torneo. El arquero Álvarez, protagonista de la épica y de la injusticia.

Era una extraordinaria racha en condición de visitante la que atravesaba el equipo dirigido por Matías Módolo. Lo dictaminaban los números en la previa, solo tres veces en su historia había logrado tres triunfos como visitante seguidos, por lo que ir a por un cuarto, algo que no pasó nunca, parecía toda una proeza. Lo que iba a suceder en Caseros, ante el siempre complicado Estudiantes, igualmente tuvo tintes bastante antológicos.

Con otra ausencia de Francisco Molina, pero con el regreso de Santiago Camacho, el Lobo llegó bastante armado a Buenos Aires y con ganas de aprovechar los buenos rendimientos lejos de casa para recuperar los puntos que cedió en Jujuy. Esta intención, lamentablemente, se iba a chocar de lleno con una primera media hora de partido para el olvido.

Estudiantes venía alicaído y marginado por el momento de la zona de reducido, muy lejano a aquella versión vista la rueda pasada que logró derrotar a Gimnasia en el 23. Sin embargo, impregnado quizás por su recientemente nombrado DT, Juan Manuel Sara, la tarde de ayer salió muy determinando a cambiar su suerte. Con una presión asfixiante prácticamente sometió al líder de la Zona B desde el pitido inicial, teniendo varias oportunidades de abrir el marcador.

Antes del minuto de juego Jorge Correa avisó con un disparo. Luego, a los 4', Milton Álvarez comenzó a aparecer para pellizcar una pelota justo antes que Mateo Acosta logre empujarla. A Gimnasia, por su parte, le costaba asentarse en el terreno, impreciso con los pases y las marcas. De hecho, en su misma imprecisión tuvo su primera llegada, cuando Matías Noble intentó un centro que se transformó involuntariamente en disparo y casi se le cuela a Matías Budiño, quien sacó al córner.

Fue desde los 10' que la visita estuvo en una pesadilla, justo cuando un cabezazo de Acosta fue sacado por Nicolás Dematei a centímetros de la linea de gol. De ahí en adelante el Lobo se refugió, ante la pasividad de su defensa, en la figura de Milton David Álvarez. En el minuto 11 error de Francisco Maidana en la salida y jugada que termina en pies de Correa, remate y firme reacción del uno para sacarla.

Cerca de los 20', Tomás Squié fue quien probó desde afuera, encontrando bien parado a Milton. Tiro de esquina a los 28', cabezazo de Jorge Benítez y la pelota le queda sobre la izquierda del área chica a Acosta para empujarla, pero aparece Álvarez con un atajadón con la punta de los dedos para los especiales de fin de año. Lo que siguió fue otro disparo desde afuera, de Gonzalo Berterame, que se desvió en Hugo Soria. Un minuto después, la atajada que terminó de constituir la trilogía de Milton, tras una buena jugada colectiva del Pincha que culminó con cabezazo de Franco Cáceres, solo en el medio del área. El tiro fue bajo por el medio y el golero logró desviarla con sus rodillas.

En medio de este asedio, Gimnasia tuvo solo una sola chance concreta. Había sido a los 25', inventada y generada por Cristian Menéndez, que con un disparo desde afuera forzó un buen manotazo de Budiño. Volviendo a los minutos finales, la furia local fue apagándose y el conjunto albiceleste pudo agarrar más la pelota, aunque estaba claro que el mediocampo no atravesaba su mejor jornada. Cerca del descuento, solo hubo tiempo para un tiro débil de Maidana para el Lobo, quizás en su presentación más floja en una temporada llena de altos, y un cabezazo sin dirección de Acosta para Estudiantes.

Módolo metió mano en el equipo al inicio del complemento, con la salida de un poco gravitante Matías Noble y el ingreso de Maximiliano Casa. De a poquito, junto a una movida interesante de piezas y una bajada en el nivel del rival, el cambio fue rindiendo frutos, con la visita cada vez más incisiva y protagonista. También influyó posteriormente el ingreso de Gustavo Fernández.

El Lobo empezó a jugar largo, omitiendo la transición en el medio, y así logró su mejor momento. A los 11', corrida de Alejandro Quintana por la derecha, pase atrás pero Menéndez se pasó de largo. La pelota le quedó a Camacho, que remató muy arriba.

A los 20', saque desde el arco y la pelota le queda a Casa para ir a enfrentar al arquero, pero nunca pudo acomodarse para definir (vale decir que Benítez lo venía manoteando) y Budiño terminó por controlar. El mismo Casa tuvo otra muy peligrosa solo dos minutos después, cuando tras un error defensivo de Rodrigo Melo, quedó en carrera por la izquierda para encarar hacia el gol. Logró con éxito sacarse a Nicolás Ortíz, pero justo cuando se perfilaba la definición ante Budiño, apareció de atrás Delfor Minervino para soplarla.

Poco después, Camacho casi logra un gol olímpico y en la misma situación Fernández remató mal de cabeza. El trámite había cambiado absolutamente, ambos tiempos parecían partidos distintos, pues ahora Gimnasia era quien contaba con más oportunidades de erigirse como ganador. Estudiante, hasta ese momento del segundo tiempo, solo probó al arco con un remate de Alejandro Benítez fácilmente controlado.

Sin embargo, cuando el deber de su jornada heroica parecía ya cumplido, Milton Álvarez protagonizó el último punto de inflexión. Media hora del complemento y una pelota larga deja a Darío Rostagno en buena posición por la derecha. Milton sale, justo en la esquina del área, Rostagno adelanta la pelota. El atacante salta y se desploma. El golero se levanta para terminar de despejar pero no llega, pues oye el pitido de Gonzalo Pereira y cuando se da vuelta ve la tarjeta roja. No solo no lo había derribado, sino que la supuesta infracción ocurrió afuera del área (hubiera sido del colmo completo si además se cobraba penal), con el jugador yendo hacia el costado y toda la defensa albiceleste cerrando en el medio. Bajo ningún punto de vista la no falta era meritoria de expulsión. Pudo haber sido un arco de héroe a villano para Álvarez, pero sin nada de responsabilidad a la vista, fue más de héroe a mártir.

Debut oficial para Sebastián Anchoverri con el buzo de arquero jujeño, en un difícil panorama. De todas maneras, no tuvo que realizar mayores esfuerzos, pues Estudiantes nunca estuvo ni cerca de aprovechar la superioridad numérica. Quedó, solamente, una ocasión por lado, ambas muy tenues en la cabeza del Tortu Fernández y en otro remate desviado de Alejandro Benítez. Eso, y un show de amonestaciones para los jugadores visitantes.

Terminó el encuentro y las sensaciones en Gimnasia fueron encontradas. Por un lado, el peso de un primer tiempo espantoso, salvo para Milton, y unos quince minutos en desventaja sobre el final, que tiñen el punto más blanco. Del otro, esa media hora de clara superioridad que parecía la antesala de un triunfo a lo Módolo, indica cierta decepción. Esto, además, agravado por el triunfo de nuestro homónimo mendocino, que nos respira en la nuca y tiene una chance virtual (un partido menos) de superarnos en la cima. A fin de cuentas, nada esta dicho, y el punto debe tomarse como un punto a lo Gimnasia, que mantiene su invicto ya de 12 partidos y que lo obliga a volver al triunfo en casa, cuando reciba el próximo domingo a Defensores Unidos.