De recuperar la cima.
 |
| Foto: Prensa GyE. |
La noche anterior, bien tarde, el gol de Central Norte (paradójicamente el próximo rival a vencer de Gimnasia en una rivalidad con bastante pica) fue en mayor o menor medida celebrado por los simpatizantes del conjunto albiceleste. La derrota de Gimnasia de Mendoza significaba que al otro día, el Lobo norteño tenía la oportunidad de capturar nuevamente el primer puesto de la Zona B, de visita en La Matanza ante un Almirante Brown que solo pelea para salvarse matemáticamente del descenso.
Sin bajas aparte de la de Cristian Menéndez, a quien le queda una fecha, Matías Módolo tuvo libertad para repetir el once que había vencido contundentemente a Chaco For Ever. De hecho, el funcionamiento colectivo que tanto va evolucionando en el plantel pareció extenderse durante los primeros minutos de la soleada mediatarde en Isidro Casanova. Sin llegar con riesgo aún, Gimnasia tocó la pelota y estuvo adelantando durante varios minutos.
Por eso, fue una sorpresa cuando los engranajes comenzaron a fallar tan tempranamente, sobre todo en la parte de atrás, donde surgieron problemas para contener a los hombres más hábiles del local. El juego brusco y el estado de la cancha tampoco ayudaron mucho que digamos. A los 12' el primer acercamiento fue de la Fragata, por medio de un tiro libre de Ulises Abreliano que rebotó en algún lado y pasó peligrosamente cerca del arco.
Luego de un breve impasse, recién pasados los 20' Almirante fue realmente a la carga por la apertura del marcador. Inauguró este pasaje de sucesivas ofensivas con un remate bastante desviado de Tomás Almada a los 24'. Tres minutos después el mismo Almada tuvo una mucho más clara, cuando una pelota perdida le quedó en medio del área y el jugador disparó increíblemente mal. En la siguiente jugada, desborde de Ramón González para centrar y aparición de Agustín Dattola para el cabezazo, bastante cerca. Se salvaba el Lobo.
Con algunos ajustes los huecos fueron cubiertos, pero en el ataque el juego de Gimnasia tampoco terminaba por arrancar. A los 40', como respuesta a un tenue disparo de Santiago Villalba para Almirante, recién el Lobo ensayó una jugada de gol con una triangulación de lado a lado que le permitió a Francisco Molina rematar, mal, contra el arco de Bruno Galván. Al entretiempo con muy poco demostrado.
Para el complemento la visita mostró más rebeldía. A los 7' se ensayó una jugada similar a la única lograda en la primera mitad, otra vez con un remate de Molina que se fue desviado aunque estuvo muy cerca de ser empujado por Gustavo Fernández. Aunque parecía que esto pudo haber sido el puntapié para una buena segunda parte del Lobo, la intención quedó en la nada.
Al Almirante perder también el ímpetu, el juego se hizo muy chato y cortado, además de impreciso. Recién a la media hora de juego, Gimnasia volvió a intentar gracias al desequilibrio de recién ingresado Maximiliano Casa. El delantero se encontró en oportuna posición tras un magistral pase largo de Nicolás Dematei, pero definió muy por arriba. La Fragata contestó casi de inmediato, gracias a un error de Guillermo Cosaro con un pase corto hacia atrás. Villaba quedó para definir, hasta que apareció Milton para tapar el flojo disparo.
Ya en los minutos finales los de Módolo fueron a buscarlo como pudieron, más nada pudieron hacer para modificar las armas presentadas hasta ahora y poco inquietaron el arco de Bruno Galván (quien casi no intervino en el encuentro). Para el colmo, Brown lo pudo ganar muy cerca del final. Fue en tiempo de descuento, a los 46', cuando tras un tiro largo Álvarez calculó mal un pique y de cabeza lo anticipó Lucas Vega. El tiro dio en el travesaño, que devolvió para el delantero solo para que la impacte esta vez por arriba del larguero. Increíble chance desperdiciaba el local.
No hubo tiempo para más y Diego Ceballos decretó el final. Sensaciones divididas en los rostros del plantel, quizás a sabiendas que un solo gol los separaba del retorno al primer puesto, y ahora se deberá prestar más urgencia al encuentro entre Gimnasia de Mendoza y Deportivo Morón el miércoles. Viendo la parte llena del vaso, hubo más ocasiones para perderlo que para ganarlo, y en esta fecha la diferencia con el otro Lobo se achicó, por un punto pero se achicó. Ahora, el deber histórico, vencer a los rivales de la vecina provincia para seguir bien enganchados.