Goleada en el 23.
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Foto: Gastón y René Contreras. |
Dolorosa había sido la caída ante Temperley, pero más que digna la presentación. Por ello, daba la sensación que el fin del invicto y la pérdida de la cima en soledad, ocurridos la semana pasada, podían servir de resorte para cambiarle la cara a las anteriores presentaciones de Gimnasia y Esgrima. Para hacerle frente llegaba un Colón, atravesando una temporada para el olvido y con la peculiaridad de traer de regreso a Luis Miguel Rodríguez en sus filas.
Sin Guillermo Cosaro, Matías Módolo recurrió a Sebastián Sánchez en la zaga defensiva, mientras que en la ofensiva determinó el ingreso de Cristian Menéndez. Con dos puntas, es decir el Polaco más Gustavo Fernández, Rodrigo Velázquez quedaba mucho más suelto en un esquema bastante novedoso.
De igual manera los primeros minutos no fueron ideales. Colón tenía un poco más la pelota y era el que más se aproximaba, con proyecciones desde la experiencia de Emanuel Gigliotti y un intento de gol olímpico del Pulga, silbado por una buena parte del 23 De Agosto.
Por suerte para el conjunto local, estos quince minutos de incertidumbre no quedarían ni para la anécdota. Los primeros intentos fueron de pelota parada, con sendos cabezazos de los reinsertados al elenco, Menéndez y Sánchez. Algo ya se sentía en el ambiente, los huecos que empezaba a dejar la defensa rival no eran habituales.
A los 26', en un jugada algo accidentada, terminó por llegar la apertura del marcador. Desde un lateral, bajada de cabeza del Polaco y devuelve el Tortu para el remate. El tiro se enrevesa en Zahir Ibarra para quedarle al Flecha, ¿derribado? por el mismo rival antes de definir. No importó si era penal o no, pues en su caída la pelota rebotó en Velázquez, Menéndez la rozó y terminó entrando lentamente. Desahogo total en el 23 De Agosto luego de varias fechas sin abrir un partido de forma temprana y regreso al gol para el Polaco, ahora goleador absoluto de Gimnasia con 7.
Los minutos siguientes fueron algo caóticos, con el Sabalero nervioso y el Lobo asentando su planteo. Fue a los 34' cuando el local volvió a aprovechar un horror en la defensa santafesina para llegar al 2-0. Bajada de Santiago Camacho de cabeza y para atrás con Nicolás Dematei, quien tiró largo para superar a toda la línea visitante (falló otra vez Ibarra) y encontrar al Tortu en carrera solitaria hacia Tomás Giménez. Definición fuerte y alta para dejar sin chances al golero.
Tan solo cuatro minutos después, el ex Deportivo Riestra consiguió el doblete. Cambio alto del Flecha para Emiliano Endrizzi, marcado muy tibiamente por Federico Jourdan. El Chavo encaró e intentó definir de pique al piso, pero su tiro terminó convirtiéndose en asistencia para Fernández, que entraba solo para empujarla por la derecha. En casi trece minutos, Gimnasia goleaba.
Los dirigidos por Martín Minella quedaron desconcertados, apabullados por la contundencia de los de Módolo y por su propia ineficacia a la hora de defender. Lo último que pudieron ensayar antes de irse a los vestuarios fue un remate cruzado de Nicolás Talpone, desviado apenas.
Cuando al minuto de complemento Menéndez y Fernández se chocaron en lo que era el cuarto, parecía que el festín iba a continuar. Sin embargo, el Lobo soltó el acelerador y esto por lo menos le permitió a Colón buscar la dignidad del descuento.
A los 3' se reclamó una mano en el área de ingresado Francisco Maidana, pero Ariel Penel la consideró tal y como fue, no alevosa y sin riesgo de gol. Dos minutos después una ejecución sin éxito para Rodríguez en un tiro libre. Este lapso se cerró con polémica, cuando a los 8', el mismo Milton derribó a Facundo Castro en la continuación de una jugada de riesgo. Pareció que la mano del arquero provocó la caída, pero Penel consideró simulación.
Varios cambios en Gimnasia y un buen lapso de bajas acciones. A los 19', esta vez no tan claro, Emanuel Gigliotti no llegó a definir y reclamó otro penal por obra de Bruno Palazzo. Contacto muy leve pero claramente Penel no guardaba ningún tipo de compasión para con Colón e hizo caso omiso. Dos minutos después, Álvarez sacó con un manotazo lo que era el descuento de Facundo Castet. Y finalmente, el arquero estrella local le sacó otra oportunidad con la cara a Castro. El Sabalero no ligaba una.
Luego de este periodo de llegadas frustradas del visitante el encuentro terminó por plancharse. Otro intento de tiro libre del Pulga, que poco después saldría recibiendo el cariño jujeño, a las manos de Álvarez. Del otro lado, un tiro sin potencia o dirección de Daniel Juárez. Pero, para cerrar la noche bajo la pirotecnia y el grito de la hinchada albiceleste, y ya con un Colón totalmente hundido, Maximiliano Casa ingresó desde el banco y marcó el cuarto tanto. Fue a los 43', encarando de manera individual para perfilarse y rematar al primer palo de Giménez, a quien lo complicó el rebote en el pasto.
Un 4-0 quizás algo exagerado para el desarrollo total del encuentro, pero que si reflejó la holgura con la que el Lobo manejó las acciones, con eficacia y aprovechamiento de las debilidades del contrario. Además, los cuatro goles sirvieron para ubicar a Gimnasia primero por diferencia de tantos, sobre su par mendocino, aunque estos deben un partido postergado.
En el balance, esta recuperación deberá mostrarse como punto de quiebre, una rápida respuesta a los aprietos que habían significado los resultados de la fecha pasada. De cara a las últimas nueve fechas, esto puede ser vital.