Tercera derrota al hilo.
![]() |
Foto: René Contreras. |
Tras la doble fecha como visitante, con esperanzas renovadas volvía el equipo de Matías Módolo a su casa, en busca de tres puntos que necesitaba como agua para seguir pensando en jugar la final por el primer ascenso y el campeonato. No iba a ser fácil, ante el molesto Agropecuario, el club empresarial del campo bonaerense que en años recientes se constituyó en una piedra en el zapato para varios. Los de Carlos Casares sabían que ganando podían meterse en zona de clasificación.
El panorama era claro y hasta se contaba con el regreso de dos piezas centrales del equipo, Nicolás Dematei y Francisco Maidana, ambos tras cumplir sus dos fechas de sanción. Sin embargo, en contraparte, Francisco Molina se volvió a resentir de las molestias que lo aquejaron durante toda la temporada y no pudo estar. Gustavo Fernández también fue duda, pero entre algodones pudo meterse en el banco.
El recibimiento para el conjunto jujeño fue imponente. Con este marco, siempre está el presentimiento de un arranque arrollador, sobre todo en vista de los equipos enfrentados. Lamentablemente, el inicio del partido no vio al Lobo en esa actitud. Los primeros minutos, Agropecuario controló más la pelota e intentó dos vez al arco, con un cabezazo de Brian Blando, elevado, y un disparo feo de Alejandro Melo. Rodrigo Mosqueira también probó más tarde, a los 11', aunque su tiro fue incluso más espantoso que el de su compañero.
Este pasaje del juego se vio interrumpido cuando Gimnasia por fin ensayó una llegada al arco, cuando a los 13' Bruno Palazzo quedó en buena posición para definir tras una dejada de Cristian Menéndez, yéndose su potente tiro por arriba del travesaño. Tras eso el juego se hizo parejo, muy disputado, sin que la cancha se incline para ninguno de los lados.
Blando intentó de vuelta desde afuera, mal. Lo mismo Alejandro Quintana, con un tiro a colocar a los 25' que tomó el efecto deseado más no la dirección. Fue tras de esta jugada donde alguna especie de karma cósmico, o quizás el desgaste natural de un torneo largo con un plantel corto, empezó a pasarle factura al local. A los 26' Sebastián Sánchez, que en Mendoza ya se había retirado por fuerza mayor, volvió a tener que ser reemplazado. Sin cambio natural en el banco, salió a la cancha Fernando Duré. Siete minutos después, Santiago Camacho se desplomó de dolor en el suelo, generando otra sustitución prematura, esta vez ingresando Maximiliano Casa.
Difícil contexto, pero incluso así Gimnasia estuvo cerca de adaptarse exitosamente, ya que el mismo Casa tuvo la última oportunidad del primer tiempo con un remate dentro del área que pasó cerca del palo de Luciano Acosta. Más malas noticias al cierre de la primera mitad, pues Duré, ingresado hace tan solo un rato, también se lesionó y no salió a disputar el complemento.
Para la segunda mitad se notó de inmediato un cambio en el planteo de Módolo, muy afectado por las lesiones pero también desesperado por los tres puntos. Por ello al Lobo se le hizo más fácil entrar por los costados, llegar hasta el fondo, complicando cada vez más a la defensa visitante. Allí encontró la cabeza de Quintana, que no pudo conectar bien en excelsa posición. Pero, esto a costa de dejar también atrás algunos huecos, como el que tuvo que tapar Emiliano Endrizzi para evitar el gol de Matías Molina.
Paradójicamente, la mejor ocasión albiceleste vino de una contra y no del juego por las bandas anteriormente mencionado. Casa encaró en velocidad para enfrentarse mano a mano a Acosta, tapando con su cuerpo este último lo que pudo ser la apertura del marcador a los 9'. En el rebote Endrizzi la tiró por arriba.
Esta mala suerte terminó por asentarse al completo cuando ingresó Enzo Aguirre desde el banco en el elenco de Adrián Adrover. En la primera que tocó, recibió desde un tiro libre un centro que lo encontró sin marca, para definir de cabeza el 1-0 a favor de su equipo. Distracción imperdonable en situación defensiva para los de Módolo.
Sin ideas, nublado mentalmente, Gimnasia nunca logró reponerse a este baldazo de agua helada. Solo a fuerza de empuje pudo ir a por el empate, prevaleciendo la figura de Francisco Maidana. El volante jujeño cumplía su partido Nº 100 y, al igual que en su debut en 2022 en similar derrota ante Güemes, emergía como conductor. A los 23', logró el esfuerzo de Acosta con un disparo desde afuera.
Sobre la media hora Fernández, en la cancha sin estar al cien por presión de las circunstancias, tuvo su chance de cabeza, sin potencia. Minutos después, tiro de Casa, desviado. A los 38', otra vez el Tortu de testa, buena dirección y con potencia, pero sacó Acosta en formidable atajada. Esta ráfaga de chances improvisadas fue el estertor.
A los 41', Braian Aranda descolocó a la defensa jujeña y habilitó a Mosqueira, solo por la izquierda. Fácil acomodo y resolución para el lateral, sellando un 0-2 contundente. El partido se acabó prematuramente con este gol pero faltaba lo peor. En la tribuna preferencial, un mal accionar policial contra algunos embroncados terminó en la utilización de gases lacrimógenos contra todo el sector, provocando irritaciones y lesiones, además de corridas de una multitud compuesta en parte por menores y mayores de edad. Ni la trasmisión ni el árbitro del encuentro parecieron darse cuenta de los sucesos.
Finalizados los lamentables espectáculos, el de la cancha y el de las tribunas, solo quedó un equipo vapuleado que se retiró entre algunos aplausos de la platea. Un rato más tarde, quien sabe con autorización y permiso de quien, simpatizantes se atestaron a la salida de los vestuarios para enfrentarse verbalmente a miembros del plantel.
A todo esto, con el objetivo más ambicioso en mente, se nos olvidó mencionar que Gimnasia quedó a un punto de clasificarse al Reducido. Le basta un empate o que Chacarita, el rival de la última fecha, no gane sus dos partidos para confirmar su participación. Sin embargo, la pérdida de la posibilidad de jugar la final calará hondo, sabiendo a que ahora hay que luchar para jugar por la segunda chance y, de hacerlo, esmerarse para arrancar la primera ronda de local. El próximo fin de semana, ante un equipo que ya no juega por nada como San Telmo, el Lobo intentará acabar con esta mala racha.