Un repaso por una temporada particular.
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Fabián González, con la 8, superado por su par. Foto: El Tribuno de Jujuy. |
Si uno le pregunta al hincha jujeño que club es el mayor rival afuera de la provincia, seguramente la mayoría responda Juventud Antoniana de Salta. Sin embargo, en este ocasión, repasaremos una memorable rivalidad durante la década del '90 con el equipo con el cual se comparte colores, Gimnasia Y Tiro. Lo especial reside en que este duelo se concentró mayormente en un solo torneo.
Para los equipos indirectamente afiliados a AFA (es decir, los del interior), la tercera división del fútbol argentino no fue regular hasta 1995. Antes de aquello, los representantes de cada provincia debían clasificarse cada año a una competencia por fases, que en su conjunto se denominó Torneo del Interior. Así, Gimnasia debió clasificar y competir en este torneo desde su primer descenso del Nacional B, en 1988, hasta el glorioso ascenso de 1993 (el de la final contra Chacarita), consiguiendo un progreso bien marcado en los resultados de cada año: eliminado en la fase de grupos final en temporada 1988/89, en cuartos de final en la 1989/90, en semifinales en la 1990/91 y en la final en 1991/92.
Sobre este última temporada hablaremos hoy, en el aniversario de la primer final en Salta. Es que, habrá que revisar y resaltar los libros para encontrar hechos similares, con dos clubes enfrentándose mano a mano y mes a mes hasta ambos alcanzar el partido definitivo. En resumen, el Lobo y el Albo terminaron cruzándose en un total de 8 oportunidades en el mismo torneo.
En realidad, si hay algún antecedente de algo así, seguramente se encuentre en este mismo torneo (o cualquiera de ascenso argentino que utilices grupos progresivos basados en proximidad geográfica). El formato del Torneo del Interior, durante gran parte de sus historia, consistía en tres fases de grupos de las cuales salían dos ganadores que avanzaban. Tras el grupo final, se alcanzaban los cuartos de final.
En esta edición, la primera fase de grupos de Gimnasia lo agrupó en la zona D con el Millonario salteño, Unión Guemes de General Guemes y Monterrico San Vicente. Estos últimos no fueron competencia para los Gimnasias, así que la clasificación se definió por diferencia de gol (a favor de Gimnasia Y Tiro) luego de que ambos cosecharan 5 victorias y 1 derrota. Efectivamente, las derrotas fueron recíprocas, con el Lobo imponiéndose en la fecha 2 por 2 a 1 (Claudio Portillo y Mario Lobo para Jujuy, Alfredo González para Salta) y el Albo venciendo 3 a 1 en la fecha 5 (Luis Viano, A. González y Pedro Guiberguis, Víctor Riggio descontando). El principio de la saga.
El grupo 2 (que nuestro Gimnasia afrontó con nuevo DT, tras la salida de Marcial Acosta y el regreso de Humberto Maschio) de la siguiente fase juntó a los ganadores con los equipos tucumanos, Central Norte y Sportivo Guzmán. No fueron presa tan fácil como los de la fase anterior, pero el resultado terminó siendo el mismo, solo que la paridad entre Jujuy y Salta se reflejó en 2 empates. En el Gigante Del Norte, la fecha 3 marcó un 0 a 0, mientras que en el 23 De Agosto se produjo el primer duelo exclusivamente definitorio (para saber quien terminaba primero), con otro 0 a 0 que benefició al Lobo. No fueron los partidos más emocionantes, pero la competitividad se comenzaba a agitar.
Grupo Final, con los rivales más duros, el sorprendente Defensores de Fraile Pintado (en la mejor campaña de su historia) y Concepción de la Banda de Río Salí. En este punto el equipo jujeño sufrió su segunda derrota, ante el cuadro tucumano, para luego sufrir un golpazo ante Gimnasia Y Tiro en la fecha 3 por 2 a 0 en Salta. Los goles, Raúl Olarte y Omar Alegre, este último cumpliendo la ley del ex.
Así, para lograr la clasificación a cuartos de final, Gimnasia llegó al último encuentro del grupo obligado a vencer al Albo, presionado por el molesto Concepción que amenazaba con quitarle el lugar. Para este decisivo partido ante el que ya era el icónico rival de la temporada, Gimnasia salió al campo de juego con: Fabio Moreyra; Gerardo Celoria, Sandro López, Víctor Riggio, Juan José Palmas; Fabián González (paradójicamente, ídolo en Salta), Marcelo Herrera (igual que caso que F. González), Carlos Rosas; Manuel Guerrero, Mario Lobo y Edgardo Nocelli. Y no falllaron, el 23 fue una fiesta con goles de Lobo (19'PT), Rosas (de penal a los 38'PT) y Riggio (19'ST), con Alegre sumando al suspenso a los 5'ST de penal. 3 a 1 y ambos equipos a la fase final del torneo, ¿difícilmente volverían a cruzarse verdad?.
Tras atravesar juntos las múltiples fases de grupos, eliminando a 6 clubes en el camino, los Gimnasias fueron ubicados en partes opuestas del cuadro, por lo que un nuevo duelo era improbable. El fútbol del norte observó, sin embargo, como esta década estaría protagonizada por los colores celeste y blanco. Gimnasia Y Tiro sacó del camino a Central Río Segundo (de Córdoba) y a Sarmiento de Junín, mientras que Gimnasia Y Esgrima hizo lo propio con Unión Santiago y Almagro. La finalísima que no podía ser otra quedó definida.
El 17 de mayo de 1992 se disputó la ida en el 23. Lamentablemente para el Lobo, aquella tarde fue superado por el conjunto millonario, un 2-4 que sería difícil de revertir. Con el arbitraje de Roberto Blanco, Viano fue el encargado del 1 a 0 con el que terminó la primera mitad. En el complemento Alegre volvió a vestirse de verdugo al marcar dos tantos visitantes, para que luego Nocelli le diera esperanza a Jujuy. Una misma familia definió el partido, los González, con el primo Alfredo poniendo 1-4 y el primo Fabián marcando el final 2-4.
Faltaba aun la vuelta, misma que se llenó de incertidumbre por un reclamo de Gimnasia Y Esgrima que no prosperó. Finalmente, el 31 de mayo se cerró esta zaga de 8 partidos, con un empate 2 a 2 en el Gigante. Para el local, volvió a aparecer Viano con un doblete, mientras que para la visita anotaron Andrés Bullentini y Manuel Guerrero.
Esta intenso cruce, que compone la mitad de su historial de AFA , terminó marcando a ambos cuadros, los cuales como ya mencionamos se convirtieron en los dos referentes norteños de la década. Gimnasia Y Tiro lograría un doble ascenso, subiendo a Primera por reducido la temporada siguiente, misma acción que emularía Gimnasia Y Esgrima en 1993 y 1994. Allí, en la máxima categoría, se enfrentarían oficialmente por última vez hasta la fecha, en la temporada 1997/98. Sin dudas, una rivalidad difícil de olvidar.
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Alejandro y Alfredo González, primos enfrentados en la finalísima. Foto: El Tribuno de Salta. |