Duro resultado en Buenos Aires.
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Foto: Prensa Villa Dálmine. |
El elenco de Darío Franco llegó a Campana con intenciones de conseguir un resultado que le permitiese seguir escalando puestos en la Primera Nacional. Así quiso mostrarlo el DT cordobés, emulando el planteo que le dio tan buenos resultados las últimas dos fechas, pero que en esta ocasión no pudo plasmarse de forma completa ante un Villa Dálmine que fue muy efectivo.
El comienzo del encuentro fue vibrante, con un elenco local apresurado en sus intenciones de llevarse puesto al rival y un Lobo que respondió a la altura y rápidamente se puso en control de las acciones. De hecho, tuvo sus dos ocasiones más claras en los primeros diez minutos. Primero, Facundo Rizzi entró bien por la izquierda y su remate, aunque no próspero, le quedó servido a Gabriel Méndez para convertir, siendo la oportunidad del joven delantero anulada por una buena reacción de Alan Sosa. Poco después, Matías Palavecino quedó bien habilitado dentro del área y su tiro rasante se fue por muy poco.
Tras ese arranque esperanzador, Gimnasia siguió en posesión durante varios tramos del partido, con buenas conexiones en el mediocampo que, lamentablemente, no llegaban a convertirse en jugadas de gol sobre los metros finales. Esta falta de precisión se pagaría caro, a los 43', cuando la defensa albiceleste tuvo su primer error al dejar entrar a Lautaro Díaz, quien habilitó a Rafael Sangivoani para que deje sin reacción a Cristian Lucchetti.
Todo indicaba que la visita saldría al complemento comprometido a revertir un resultado injusto. Por el contrario, los dirigidos por Franco no supieron repetir el vistoso juego de la primera mitad y Dálmine se envalentonó. El Viola pudo aumentar la ventaja por medio de Agustín Alberioni, quien desaprovechó una chance por derecha, y de Díaz, a quien Lucchetti le sacó un buen remate.
Para la mala suerte jujeña, los centrales Roberto Hernández y Anderson Rey Salinas se vieron obligados a dejar la cancha, dejando un importante hueco defensivo en situación de desventaja. Además, en el medio de estas incidencias, Matías Reali no pudo concretar en la jugada más peligrosa de Gimnasia en el segundo tiempo.
Así, pasada la media hora, un error de salida entre Joaquín Barro y Leonardo López dejó vía libre para que Dálmine estire la ventaja, siendo Diego Martínez el autor del gol tras una nueva asistencia de Díaz. Minutos después, con el Lobo muy desordenado en búsqueda del descuento, un contragolpe cerró el partido con el tercer tanto, esta vez de Braian Camisassa.
Resultado quizás exagerado, pero derrota adecuada para Gimnasia quien no supo convivir con la adversidad. La semana que viene deberá intentar volver al rumbo anterior cuando reciba a Almirante Brown, obligado a sumar de a tres con la fecha libre acechando.
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