Fecha 22 del Nacional.
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| Foto: AJ Fotografías. |
El Lobo volvía a jugar ante su gente, con la posibilidad de acercase a los puestos de reducido en la Primera Nacional y entonado por una racha de cinco partidos sin conocer la derrota. Al frente tenía al sorprendente Deportivo Madryn, que en su primera temporada en la categoría está en los puestos de arriba. A pesar de esta expectativa, la tarde de hoy presentó un espectáculo futbolístico pobre y accidentado.
El cotejo arrancó como se desarrollaría en su totalidad, lleno de imprecisión para realizar conexiones importantes en ambos lados. Avanzado el juego y a pesar de la paridad, la defensa albiceleste empezó a sufrir errores en la salida que pudieron costar caro. Así, la visita ganó confianza en el ataque y llegó a esforzar a Cristian Lucchetti en dos oportunidades, primero con un cabezazo y luego en una salida en falso.
El mediocampo local parecía muy descolocado, en parte por el estado del campo de juego pero también por la falta de concreción en los pases y las constantes disputas friccionadas con los rivales. Cerca de la media hora el elenco de Darío Franco mostró algunas señales mejorías, fundamentalmente gracias a las gambetas de Matías Palavecino que servían para ganar metros. Tuvo entonces su primera chance, en los pies de Leandro González con un remate contenido por el pecho de Juan Marcelo Ojeda.
De todos modos, el rival no se quedó de brazos cruzados y tuvo una oportunidad inmejorable cuando Mauro Peinipil quedó solo frente a Lucchetti y falló en la definición. Para cerrar un chata primera mitad, Palavecino intentó de tiro libre en el final errando por poco.
Poco cambiaría en el complemento, con Gimnasia sufriendo cada pérdida de pelota, ya sea en la salida defensiva o en el mediocampo. En aquellos primeros veinte minutos, el resultado inicial no cambió porque Deportivo Madryn sufría sus carencias propias en la ofensiva. Así lo demostró Rodrigo Castillo, a los 9', desaprovechando un regalo de los defensores lobos. En la ofensiva, Palavecino seguía siendo el hombre más relevante y probó con un remate rasante que pasó cerca del palo derecho.
Corría el reloj y crecía la urgencia en el local, que seguía sin encontrar el estilo que lo venía caracterizando los últimos partidos, mientras que Deportivo empezaba a conformarse con el empate. En ese contexto, Gimnasia intentó llegar al arco rival con más ganas que técnica, encontrando nuevamente en los pies de González un remate que Ojeda volvería a sacar. A los 38', la que más lamentaría la hinchada jujeña, un tiro libre de Lautaro Belleggia que se estrelló en el travesaño.
En los minutos finales nadie pudo ilusionarse, ya que Anderson Rey Salinas sería expulsado tras una agresión que le valió una segunda amarilla. Con el hombre menos, el Lobo perdió el impulso necesario para quedarse con los tres puntos. Ahora, deberá intentar recuperar terreno para no perderle pisada a los equipos de arriba, enfrentando a Estudiantes en Río Cuarto el próximo domingo.
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