El Lobo con un nivel preocupante.
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| Foto: Diario Provincia. |
En ya la tercera fecha de la presente Primera Nacional, el Lobo viajó a Cuyo con la esperanza de demostrar sus fortalezas ante un rival siempre complicado. Aun así la clave del encuentro era sumar para dar indicios de una posible línea de rendimiento menor a mayor, en consideración de las dos previas presentaciones albicelestes en la Zona A.
Sin embargo, desde que la pelota comenzó a rodar este objetivo optimista se escapaba a la par de la tarde sanjuanina. La actitud de el elenco local era superadora y asfixiaba a Gimnasia, por lo que no tardaron en llegar chances concretas de gol. Alejandro Molina se lo perdió solo dentro del área en el minuto 11, mientras que a los 15' Maximiliano Gutiérrez no tuvo puntería de cabeza.
Justo cuando parecía que el local dejaba de apretar, llegó la primera desatención de Gimnasia. Mauro Osores, en su debut oficial reemplazando a Hernán Pellerano, cometió una falta bruta sobre Nicolás Franco en la medialuna, dejándole al verdinegro una gran oportunidad de tiro libre. Fue el mismo Gutiérrez quien se hizo cargo y tomó la decisión de buscar el hueco por abajo. Alan Sosa, figura el encuentro pasado ante Arsenal, esta vez tuvo que ver como el tiro se le escurría de las manos cuando iban 29'. Ventaja más que justificada para San Martín.
Lo cierto es que ni antes ni después del gol el equipo de Marcelo Vázquez mostró alguna carta de acción en el desarrollo del partido. Lo más cercano a alguna jugada de peligro fue un tiro libre de Luis Miguel Rodríguez bastante desviado y algún enganche de Agustín Palavecino invalidado por offside. La primera mitad terminó con una visita totalmente perdida.
El complemento se abrió con dos sucesos relevantes. Al minuto, entre Agustín Heredia y Luis Escalante desaprovecharon una oportunidad clara para el Santo, en esta ocasión luciéndose Sosa en la salvada. Pero antes de esto, el ingreso de Valentín Larralde, quien fue el que intentó mediante la posesión y la circulación cambiarla la cara al Lobo.
Lamentablemente para Gimnasia, no había jugador que pueda cambiar el aguacero que era su desordenada defensa. Así, a los 15' Santiago López vio por detrás de los centrales la corrida de Maximiliano Casa y se la cedió, encontrándose este con una salida prematura de Sosa que le permitió poner el 2-0.
En lo que quedó de partido se vio apenas esbozos de algunos jugadores para llegar al descuento. Primero, un buen desborde de Emiliano Endrizzi generó un centro medio bajo que Larralde no pudo aprovechar. Y segundo, sorprendentemente, apareció Francisco Molina por el mismo sector para mandar el pase al centro y que Mauro Albertengo la empuje a los 36'.
Uno esperaría con el 2-1 una ráfaga de actitud por parte de la visita en los minutos restantes, pero todo lo contrario. San Martín hizo lo que quiso y buscó un tercer gol que hubiese sido un mejor reflejo de las acciones vistas (se lo perdió Lucas Acosta en una y en la restante Sosa salvó ante Federico González), bajo el halo de luz verde de su tribuna popular. Gimnasia, agotado y sin un ápice de actitud para buscar un empate que de conseguirse realmente a esas alturas era milagroso.
El arranque en este certamen vuelve a ser similar al de varias campañas, aunque a diferencia del año anterior, con un plantel que poco prometía desde el armado y la pretemporada. Vázquez llenó de dudas a todos y deberá trabajar para, por lo menos, asegurar un triunfo convincente en condición de local.