17 mar 2024

ERAMOS TAN POBRES

Otra decepción más del Lobo.
Foto: Prensa GyE.
Al desprolijo modo en el que se dio la salida del entrenador, se sumó una caída más en condición de visitante. Pasadas siete fechas, Gimnasia no muestra respuestas. ¿Tocó fondo?

La noticia tomó por sorpresa a toda la comunidad del club. Marcelo Vázquez ya no era más el director técnico de un Lobo que al otro día debía enfrentar a Tristán Suárez en Buenos Aires. Necesitado de una recuperación, parece que llegar así de convulsionado no era la mejor estrategia, más allá de la debilidad del rival de turno.

La historia parecía estar cantada. Aunque parecía que Gimnasia arrancaba mejor el partido en Ezeiza, rápidamente el local encontró huecos ante una visita ida en la marca y la presión. Primero avisó con un tiro de Thomas Ortega, desviado en la defensa, pero después fue contundente. A los 9' Guillermo Cosaro quiso despejar y la pelota encontró el botín del rival, Javier Molina, para el 1-0. Cuatro minutos después, desde un tiro de esquina, Iván Regules ganó de cabeza y estampó el 2-0.

El partido tomó el curso esperado, con Gimnasia impactado y Suárez cómodo en la ventaja en su recinto. Casi llegada la media hora las acciones volvieron a ser atractivas. El Lobo, que poco había hecho para merecer el descuento, lo encontró en una distracción de la defensa rival. Tocaron de primera Luis Miguel Rodríguez y Agustín Palavecino, dejando habilitado este último a Mauro Albertengo para una cómoda definición a los 27'. 2-1 y la esperanza de normalizar el partido.

Pero, solo se quedó en esperanza, pues con solo intentarlo, el equipo de Sebastián Solomón volvió a exponer la fragilidad de juego y de temperamento de la visita. A los 29' Alan Sosa le tapó magistramente un tiro a Ortega, mientras que a los 40' el travesaño le arrebató la oportunidad de un verdadero golazo a Molina. Gimnasia se iba al descanso en un mar de dudas, propia de un equipo que literalmente jugaba sin DT, a pesar de la presencia simbólica de Marcelo Vázquez en el banco.

En el complemento las falencias del Lechero permitieron algunos amagues de igualdad. Lucas Chiozza tuvo para puntearla en un par de ocasiones, pero no anduvo fino, mientras que Cosaro intentó redimirse sin éxito vía aérea.

Ya en lo minutos finales, el conjunto vestido de negro apostó totalmente al llegar como sea. Así casi le clavan el tercero, con Agustín Lavezzi desaprovechando un mano a mano a los 35'. También así, casi que se trae un punto. Axel Abet erro increíblemente debajo del arco a los 42', mientras que en la última Luciano Silva, golero local, se vistió de héroe para sacarle el empate a Mauro Osores. Para la anécdota quedó la expulsión de Santiago Magnotta, juvenil de Suárez que hacía su debut absoluto, por una fuerte entrada contra Abet.

Un partido que tuvo de todo, pero principalmente un Gimnasia desorientado, con una pobreza absoluta observada de pies a cabeza. Porque en la cabeza decidieron que lo mejor era desvincular un entrenador antes de subirse al colectivo. Porque la voz de dicho entrenador jamás terminó de plasmar su idea ni de imponer su estilo, dejando en su última presencia una imagen gris y fantasmagórica, Porque en los pies del plantel, las cualidades, tanto individuales como colectivas, no parecen estar a la altura. Y así Gimnasia se queda sin nada: sin empate agónico, sin DT, sin figuras, sin puestos de reducido, sin feliz aniversario.