1 abr 2024

LA SENSACIÓN DE NO TOCAR FONDO

Otro presentación para el olvido del Lobo.
Foto: Prensa GyE.
Gimnasia volvió a perder en un partido paupérrimo, con rendimientos bajísimos en todas las líneas. Amarga despedida para Sosa y un pantallazo de los desafíos para Módolo.

Se había insinuado que Franco Sosa habría podido tener su oportunidad como entrenador principal si lograba un funcionamiento y un resultado positivo en Córdoba. Con esa mentalidad se mantuvo expectante la comunidad albiceleste, esperando una sorpresa ante Racing en Nueva Italia.

Lo cierto es que el panorama fue negativo desde el comienzo. Al equipo jujeño le costó afianzarse en el terreno desde el primer momento, estando muy impreciso en el control y dejando muchos huecos para que el local aproveche. De hecho, a tan solo 2' Alan Sosa tuvo que meter mano para salvar a su arco, desviando un tiro con efecto de Axel Oyola.

La visita solo se acercaba toscamente, con intentos nada prósperos de peligro, mientras que el local llegaba con aire a las acciones ofensivas, desequilibrando a los defensores. Prueba de este contexto fue el gol a los 18', Oyola profundiza por derecha para Matías Pardo, quien gana ante la torpeza de Emiliano Endrizzi y ve solo a Bruno Nasta en el área chica. El lungo centrodelantero solo tuvo que empujarla.

Siendo la ventaja merecida, debe decirse que Racing no quiso ofrecer mucho más. Se desplegó totalmente a la contra para esperar a Gimnasia, que manejó estérilmente la pelota. Intentaba impreciso por la derecha, donde Diego López y Lucas Chiozza se turnaban para acertar y equivocarse, nunca concretando ofensiva alguna. Del otro lado, un Francisco Molina que no pudo aprovechar la titularidad, ineficaz y casi sin tocar la pelota. Lo único que se generó, en una de las pocas veces que se intentó por la izquierda, un cabezazo de Hernán Rivero a los 27'.

En el complemento Sosa quiso aplicar lo mismo que ante Patronato, sorprendiendo con los cambios. De los dos que entraron Iván Ortigoza terminó siendo el más desequilibrante (mientras que Cristian Menéndez volvió a dejar una imagen de acabado). Pero incluso mejorando mucho en los desbordes por la izquierda, los centros no terminaban de encontrar a nadie y el tiempo pasaba sin que el Lobo pueda generar alguna jugada destacable. 

Diego López tuvo quizás la chance más decente, elevada, mientras que Rodrigo Montes también se animo desde afuera sin dirección. Racing, por su parte, aprovechaba cuando podía para intentar algo, pero al igual que en el otro arco nada fuera de lo ordinario. El encuentro era terriblemente malo.

La inminente llegada del final no aceleró a nadie, con el partido planchado por lo menos quince minutos antes. El DT tucumano no pudo probar su valía, pero lo cierto es que el destino ya estaba cantado. Matías Módolo fue testigo de la presentación de Gimnasia, desde las cabinas, recién arreglada su incorporación como director técnico del club. La imagen final fue la de un plantel sin confianza, aplacado contra cualquier rival que se le anime, que no parece estar en condiciones de pelear por un ascenso (o hasta algo peor). Tiene tarea por delante.