El Lobo sigue sin reaccionar.
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Foto: Prensa GyE. |
La meritoria racha que el Lobo había registrado en el comienzo de esta segunda rueda no solo había ilusionado por el funcionamiento del equipo de Matías Módolo, sino que, por los resultados parejos de la Zona A, también se había constituido como un pilar en la tabla de posiciones. Por eso, tras una derrota esperable como la de Paraná y otra que significó un baldazo como ante Racing, esta oportunidad frente a Alvarado, un rival directo en esta pelea por ingresar al reducido, era clave para no conceder lo ganado.
La postura del DT visitante en Mar Del Plata tuvo una variante, con el ingreso de Axel Abet presumiblemente para solidificar el mediocampo. Lo cierto es que el encuentro justamente comenzó algo trabado por dicho sector, con ambos conjuntos mostrándose bastante mezquinos a la hora de la generación.
Agustín Palavecino, como viene siendo costumbre, mostró su mejor faceta en esta etapa, aunque sus amagues no se plasmaron en situaciones de riesgo. Siendo lo mejor de la pobre ofensiva albiceleste (esta vez solo alba por el estreno de su tercera equipación), probó suerte con algún remate pero poco más. Del otro lado, Alvarado no tuvo mejor suerte hasta que Guillermo Sánchez logró esforzar a Joaquín Bigo con un remate con poca dirección a los 20'. El resto de la primera mitad tuvo el mismo tono lúgubre, con alguna chispa mínima en los pies de Francisco Molina para Gimnasia y vía pelota parada para Alvarado.
El comienzo del complemento dio indicios de que ambos clubes pensaban que podían llevarse más. La acción fue más frenética y, de hecho, la visita tuvo el primer disparo en los pies de Hugo Soria, encontrando a Juan Lungarzo muy bien parado bajo los tres palos. La respuesta local sería el punto de inflexión de partido, a los 7'. Franco Malagueño decide mandar un centro al corazón del área y la pelota sobró a los centrales, dirigiéndose hacia un Sánchez que, aunque incómodo por la marca de Bruno Palazzo. logró conectar. Hubiera sido sencillo contener para Bigo, pero el reciente titular del arco lobo había fallado por mucho el cálculo saliendo a embolsar una pelota que ya se dirigía hacia la red.
Gimnasia se encontraba otra vez en desventaja sin ser notoriamente superado, aunque en esta ocasión el rival tenía tiempo por delante para plasmar el resultado en el desarrollo del juego. Alvarado fue de manera brusca a liquidar el encuentro, por lo menos en los minutos seguidos a la apertura de marcador. Ahí Bigo pudo responder, tapando un fuerte disparo de Gonzalo Lamardo a los 14' y un mano a mano con Óscar Belinetz a los 23' (aunque este último igual era fuera de juego).
La respuesta de los dirigidos por Módolo a la adversidad no fue la adecuada y prácticamente no llegaron al arco en lo que quedó de juego, ni siquiera encontrando respuesta en el agotamiento de variantes desde el banco. De lo poco destacabale una volea poco potente de Palavecino y una salvada en el último instante de Lungarzo para frustarle el gol a Elías Ayala.
Fue final en Mar Del Plata, con quizás la actuación más pálida del Lobo en la rueda de revanchas. La caótica pelea por ingresar al reducido en la Zona A lo dejó 5º, pero a 3 puntos del 13º para generar una idea de lo ajustado del pleito. La partida de Alan Sosa terminó por ser un detonante, con 3 derrotas al hilo con Bigo al arco. ¿Fue este último error lo que forzó la llegada de un nuevo golero? Si este delicado puesto es una pieza más a ajustar. esto deberá hacerse rápido. 9 fechas, 27 puntos en juego. Para Gimnasia es recuperar la memoria o repetir una nueva historia de frustración con el reducido.